En
esta clase hemos seguido conociendo más acerca del Imperio Carolingio y
estuvimos recordando que se trataba de un imperio que mantenía características
de la tradición romana, la tradición germana y el cristianismo. Por lo tanto es
muy importante recordar que se trataba de un imperio ROMANO, GERMANO y
CRISTIANO.
Recordamos
que el imperio estaba dividido en más de 200 pequeñas provincias llamadas
“condados” que estaban a cargo de condes. Algunos condados, de las zonas
fronterizas más peligrosas se llamaban “marcas” y estaban a cargo de condes
llamados “marqueses”. Los condes y marqueses eran vigilados por inspectores,
llamados “missi dominici” (que significa “enviados del señor”) que recorrían
todo el imperio. Estos enviados del señor generalmente eran dos: uno religioso
y el otro no. Debían informar al emperador sobre la conducta de los condes y
marqueses y realizaban reuniones donde cualquiera podía presentar sus quejas.
Aspecto actual de
la catedral de Aquisgrán, la capital fundada por Carlomagno.
El
Imperio Carolingio no tenía organizado, como el Imperio Romano, un sistema de recaudación de los impuestos ni
pagaba con dinero a sus funcionarios. A los condes y marqueses el emperador les
otorgaba un BENEFICIO, o sea dándoles tierras con campesinos (colonos) para que
hagan usufructo de ellas. Usufructo quiere decir que podían utilizar la tierra
en su provecho pero no podían venderlas. Para obtener el beneficio, los condes
y marqueses debían realizar un JURAMENTO DE FIDELIDAD al emperador. Con ese
juramento quedaban obligados de por vida a prestar obediencia y servicio al
emperador cuando éste los necesitase para ir a la guerra y defender el imperio.
El juramento era una costumbre muy difundida entre los pueblos germanos. Se
realizaba una ceremonia solemne sobre las armas y la Biblia. Es decir que el juramento
era algo sagrado, era un compromiso ante Dios y ante el emperador, por lo tanto
no se podía romper jamás. El emperador podía quitar las tierras que había otorgado en beneficio si se sentía
ofendido o traicionado por algún conde o
marqués.
Esta antigua imagen
nos muestra una escena del juramento de fidelidad de un conde ante Carlomagno.
También
recordamos que aunque el Imperio Carolingio trató de ser una restauración del
desaparecido Imperio Romano de Occidente había muchas diferencias con él y las
condiciones de vida habían cambiado. En
este mundo inseguro y peligroso las personas ya no contaban con un Estado
fuerte y poderoso ni un Derecho que los defendiera y por lo tanto estaban
obligadas a buscar el sustento y la seguridad en los “vínculos personales de
dependencia”. De esa forma, los hombres podían solucionar los problemas que les
amenazaban, tales como la alimentación, la vivienda y la protección. Si uno era
un campesino, debía ponerse bajo la protección de un conde o marqués (el Señor)
tal como habían hechos los colonos en los tiempos del Bajo Imperio Romano. Se
realizaba un juramento ante el Señor por el cual éste le otorgaba al campesino
y su familia una parcela de tierra para trabajar, vivir y sustentarse. A cambio
de ello, el campesino debía obediencia total al señor y también debía
entregarle todos los años parte de sus cosechas. Los campesinos no eran
esclavos, pues no podían ser comprados ni vendidos pero estaban unidos a la
tierra por juramento y no la podían abandonar jamás y cuando morían, sus hijos
tampoco podían hacerlo.
Escena del trabajo en el campo en tiempos de
Carlomagno
En
la próxima clase vamos a seguir hablando de todas estas cosas y también vamos a
realizar un repaso de todo lo que hemos visto en las últimas clases. Recuerden
que el viernes tenemos escrito y es muy importante tener una buena nota. Hasta
el miércoles.
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