lunes, 5 de agosto de 2013

Sila marcha sobre Roma con sus legiones! (5 de agosto)

Hoy estuvimos hablando de cómo las conquistas que los romanos hacían en lugares lejanos, en la zona del mar Mediterráneo, afectaban cada vez más el funcionamiento de su sistema político, y también de la sociedad.
Hagamos un pequeño repaso:

  • primero habíamos visto una cosa insólita: en el año 209 aC los soldados aclamaron como IMPERATOR a su general, Escipión Africano, luego de la derrota de los cartagineses en la batalla de Baécula, en Hispania... 
  • luego vimos que la clase media rural romana, creada trabajosamente durante las guerras de unificación de Italia bajo el poderío romano, había desaparecido. Las guerras mantenían alejados a los soldados durante mucho tiempo... y cuando volvían, si volvían, la tierra estaba en manos de otro... un latifundista rico y poderoso.  Fue por eso que los Graco intentaron que se limitara la posesión de ager publicus, sin éxito y al costo de sus vidas. 
  • luego vimos como Mario, general victorioso contra los Númidas, (y en otras conquistas que no mencionamos en clase), logró ser elegido cónsul durante muchos años seguidos. Esto no estaba admitido en Roma, jamás, e incluso fue uno de los argumentos para enfrentar a los Graco. 
  • también vimos que Mario reformó el ejército: todos los soldados eran ciudadanos, pero no todos los ciudadanos eran soldados. O sea: soldado era una profesión como cualquier otra, con salario, con el incentivo del botín de guerra, y con un premio al final de la carrera: una porción de tierra. 
En la clase de hoy vimos un paso más de esta destrucción de las normas que habían regido a Roma desde hacía varios siglos. Vimos cómo Lucio Cornelio Sila, general victorioso en Asia Menor, había logrado que los generales tuvieran más poderes, poderes que antes tenía el Senado. 
Para entender mejor recordamos que en la leyenda Rómulo había matado a Remo por entrar a Roma 'armado' y sobre las murallas. 
Desde siempre los romanos consideraban que dentro de las murallas de Roma las personas eran CIVILES, no militares. No portaban armas, y sobre todo las jerarquías militares no valían dentro de la ciudad, porque eran civiles, no militares. Contamos que la asamblea militar, la asamblea por centurias, se reunía fuera de Roma, en el campo de Marte... que era el dios de la guerra. 

Lo que sucedió fue que Sila, que había tratado que el Senado le diera más poderes y no lo había conseguido, un día, traspasó las puertas de Roma con su ejército, marchó por las calles y llegó hasta el Senado. Presionado por la fuerza, el Senado le concedió a Sila muchos poderes, incluida la PROSCRIPCIÓN de sus enemigos. La proscripción de una persona quería decir varias cosas: que se le quitaban sus tierras y todos sus bienes, que no podría participar en política, o que debía morir. Los testimonios de la época dicen que fueron varios miles los que murieron. 
 
En realidad Sila creía estar recomponiendo la vida de la república romana, en lugar de contribuir a destruirla. En el año 79 aC devolvió los poderes al Senado, y un año más tarde murió, habiéndose retirado por completo de la vida militar y política. Tenía 60 años. 


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