Gurises,
hoy hablamos de cómo, en tiempos del Alto Imperio, gracias a la paz y
prosperidad que se vivía hubo una gran desarrollo urbano, al que llamamos
“urbanización”. Recordamos como en sus orígenes Roma había sido una pequeña
aldea, pero luego, con las conquistas se fue convirtiendo poco a poco en la
capital de un gran imperio. Lo cierto es que a estas alturas Roma ya no tenía
rivales y sirvió de modelo para las ciudades que los romanos fundaban en las diversas provincias de su imperio. En
nuestra ficha trabajamos con esta imagen de un modelo de una ciudad romana:
Como
podemos ver, los romanos diseñaban sus ciudades con un trazado cuadriculado en
“damero”, con calles empedradas y rodeadas de MURALLAS defensivas. Tenían
alcantarillado y el agua era llevada a las fuentes públicas de la ciudad por
los ACUEDUCTOS. En el centro de la ciudad estaba el FORO, una gran plaza
rodeada de edificios públicos, templos y comercios. Allí se desarrollaban
asambleas de ciudadanos y desfiles de militares victoriosos. Recordamos que el
foro romano era muy similar al ágora de las polis griegas. Allí había ARCOS DE
TRIUNFO que eran monumentos de homenaje a las glorias militares de los
emperadores. En los TEMPLOS se realizaban sacrificios a diversas divinidades
tales como Júpiter, Juno, Vesta., Jano o Minerva, entre otros.
Para
el entretenimiento y diversión de los habitantes, las ciudades disponían de un
TEATRO, donde se representaban comedias, que eran obras cómicas. En el CIRCO,
se realizaban carreras de carros de caballos. En el ANFITEATRO se
realizaban violentos combates de gladiadores y de animales. Las TERMAS eran el
lugar favorito de esparcimiento de los ciudadanos. Allí se iba a tomar baños,
hacer gimnasia y dialogar. La próxima semana los vamos a conocer mucho mejor.
Seguidamente,
nos ocupamos de las casas particulares que había en las ciudades y vimos que las
residencias de los romanos dependían de su riqueza. Los ciudadanos más ricos vivían en viviendas unifamiliares llamadas DOMUS.
Les invito a recorrerla:
Pasada
la entrada o FAUCES, nos encontramos en el ATRIO, una gran pieza con una extraña
particularidad: en su techo tenía una abertura llamada COMPLUVIO. Dicha abertura permitía la
entrada del agua de la lluvia que se almacenaba en una pequeña piscina excavada
en el piso, llamada IMPLUVIO. El atrio era la principal habitación de la casa y
a sus lados se encontraban las ALAS, provistas de diversas habitaciones. Al
fondo de la domus estaba el PERISTILO, que se componía de un bello jardín con
una fuente y estaba rodeado de columnas formando galerías a las que daban
varias habitaciones. Les muestro aquí el aspecto interior del atrio de una
domus de un ciudadano muy rico:
También nos
ocupamos de las viviendas modestas llamadas INSULAE que eran edificios de
inquilinato de varios pisos donde vivían las familias más pobres. Carecían de baños
y agua corriente y eran de mala calidad, lo que propiciaba incendios y
derrumbes. En los barrios pobres el hacinamiento era intenso y las calles se
volvían peligrosas por el auge de la delincuencia. La basura, las aguas
servidas y los excrementos eran arrojados a la calle. Así lucían las insulae
sobre las angostas calles de los suburbios de la ciudad:
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