Vimos, y ustedes ya lo habían leído para los deberes, cómo Julio César tenía tantos poderes que parecía un rey. Fue impactante mencionar que aunque las leyes eran presentadas a las asambleas, Julio César tenía el poder (se dice que tenía la potestad) de aprobarlas previamente... o sea que las leyes no se proponían a la asamblea, sino que se le imponían, no podían decir que no las aprobaban.
Para el Senado, que era tan importante en Roma, las cosas habían cambiado mucho. César sacó a muchos senadores que no eran sus amigos, y los reemplazó por otros... y también quería extender la ciudadanía romana a todos los habitantes del imperio... porque Roma ya tenía un imperio alrededor del Mediterráneo.
También vimos que Julio César tenía mucho apoyo popular porque organizaba repartos de alimentos, juegos, fiestas, construía viviendas, era un general triunfador, daba la sensación de ser el protector de todos...
Sabemos también que él había conocido en la zona oriental del Mediterráneo los reinos que seguían la tradición de Alejandro Magno, que a su vez se habían inspirado en los Egipcios y en los Persas: había un rey, un Gran Rey, un Faraón, y ningún senado, ninguna asamblea... César admiraba esa forma de gobierno y quería que Roma también la tuviera. Incluso, parece que pensaba trasladar la capital del imperio... a Oriente... lejos de Italia.
Esto hizo que tuviera muchos enemigos, que tramaron su muerte. El 15 de marzo del año 44 aC fue asesinado en el senado. Los conspiradores pensaron que con la muerte de César todo volvería a ser como antes, pero se equivocaron. Hubo una gran agitación popular por su muerte.
Este es el edificio del Senado Romano donde fue asesinado Julio César |
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