lunes, 26 de agosto de 2013

En 1º2 la clase la dio Bernardo (26 de agosto)

En la clase de hoy estuvimos hablando del matrimonio y la familia en el Alto Imperio.
Empezamos hablando del matrimonio. Es la unión entre dos cónyuges y este lazo es reconocido por las normas del derecho y las costumbres. Al contraer matrimonio, los cónyuges adquieren diversos derechos y obligaciones.





Cuando hablamos del matrimonio hoy día en el Uruguay se nos vienen muchas cosas a la cabeza. En primer termino es una ceremonia que se realiza entre dos personas que comúnmente tienen la intención de casarse. Se deben presentar testigos. El papel de los mismos es relevante en el sentido de que su tarea es dar fe de que ninguna de las personas que van a contraer matrimonio lo hace en contra de su voluntad. La ceremonia del matrimonio es legitimada o certificada por alguna institución ya sea religiosa o estatal (la iglesia católica o el registro civil por ejemplo). El contrato matrimonial en este caso se establece por escrito, ambos cónyuges firman el contrato.
En el caso del matrimonio en Roma, la ceremonia era un ACTO PRIVADO. Esto quiere decir que el matrimonio no estaba respaldado por escrito. No había tampoco ningún alcalde o párroco que presenciara necesariamente la ceremonia, ningún poder público tenía porqué sancionarlo, pero era obligatorio llevar testigos.
En Roma la edad mínima para casarse era de 12 años en las mujeres y 14 en los varones, igual que en la actualidad en nuestro país. El requisito necesario para casarse a esa edad era y es el consentimiento de los padres de los cónyuges.
Así como existía el matrimonio los romanos también conocían el divorcio. El divorcio era tan informal como el matrimonio, y bastaba con que uno de los dos cónyuges se decidiera y celebrara el acto ante testigos. Las personas que se habían divorciado podían volver a contraer matrimonio nuevamente.
Una de las causas del divorcio podía ser el adulterio. Adulterio es lo que hoy comúnmente llamamos infidelidad. El adulterio era algo grave que daba derechos al padre o al marido de matar a su hija o esposa, y también al amante. Sucedía cuando un hombre, casado o soltero, era sorprendido en el acto con una mujer casada. Si la mujer era soltera, o si era una prostituta o extranjera o esclava, no se consideraba adulterio, aún si el hombre con el que era sorprendido era casado.

Se puede decir que uno de los objetivos por los cuales las personas se unen en matrimonio es porque desean formar una familia. Hablemos de la familia en el Alto Imperio.
Lo primero que tenemos que decir que una familia en Roma estaba constituida por padre, madre, hijos y esclavos en caso de que la familia los tuviese.
El padre de familia, el Pater Familias, tenia a su cuidado a todos los integrantes de su familia. Todos sus familiares estaban sometidos a su voluntad. Sometido es estar bajo la dominación, en este caso de una persona. El pater familias era el hombre de mas edad de la familia, era el jefe de familia. Este ejercía un poder sobre su familia llamado Patria Potestas, la patria potestad. La patria potestad es el deber que tienen los padres de cuidar y velar por la seguridad y bienestar de sus hijos. En Roma la patria potestas era un poder tan amplio, que le daba el poder y el derecho al jefe de decidir cosas tales como la muerte de sus hijos, su esposa o esclavos. Para cada decisión que querían tomar los hijos o la mujer, el pater familias tenia que dar su consentimiento. No importaba la edad de los hijos, si el pater familias estaba vivo ejercía poder sobre los integrantes de su familia. Un hijo podía volverse pater familia solamente si su pater familia fallece.
La distancia entre padre e hijos era enorme y a éste debían dirigirse siempre como señor (domine).

Por otra parte, no había mayoría de edad legal; simplemente el padre decidía cuando tratar a sus hijos de adultos. 

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