En la clase de hoy estuvimos hablando del matrimonio y la
familia en el Alto Imperio.
Empezamos hablando del matrimonio. Es la unión entre dos
cónyuges y este lazo es reconocido por las normas del derecho y las costumbres.
Al contraer matrimonio, los cónyuges adquieren diversos derechos y
obligaciones.
Cuando hablamos del matrimonio hoy día en el Uruguay se nos
vienen muchas cosas a la cabeza. En primer termino es una ceremonia que se
realiza entre dos personas que comúnmente tienen la intención de casarse. Se
deben presentar testigos. El papel de los mismos es relevante en el sentido de
que su tarea es dar fe
de que ninguna de las personas que van a contraer matrimonio lo hace en contra
de su voluntad. La ceremonia del matrimonio es legitimada o certificada por
alguna institución ya sea religiosa o estatal (la iglesia católica o el
registro civil por ejemplo). El contrato matrimonial en este caso se establece por
escrito, ambos cónyuges firman el contrato.
En el caso del matrimonio en Roma, la ceremonia era un ACTO
PRIVADO. Esto quiere decir que el matrimonio no estaba respaldado por escrito.
No había tampoco ningún alcalde o párroco que presenciara necesariamente la
ceremonia, ningún poder
público tenía porqué sancionarlo, pero era obligatorio llevar testigos.
En Roma la edad mínima para casarse era de 12 años en las
mujeres y 14 en los varones, igual que en la actualidad en nuestro país. El
requisito necesario para casarse a esa edad era y es el consentimiento de los
padres de los cónyuges.
Así como existía el matrimonio los romanos también conocían
el divorcio. El divorcio era tan informal como el matrimonio, y bastaba con que
uno de los dos cónyuges se decidiera y celebrara el acto ante testigos. Las
personas que se habían divorciado podían volver a contraer matrimonio
nuevamente.
Una de las causas del divorcio podía ser el adulterio.
Adulterio es lo que hoy comúnmente llamamos infidelidad. El adulterio era algo
grave que daba derechos al padre o al marido de matar a su hija o esposa, y
también al amante. Sucedía cuando un hombre, casado o soltero, era sorprendido
en el acto con una mujer casada. Si la mujer era soltera, o si era una
prostituta o extranjera o esclava, no se consideraba adulterio, aún si el
hombre con el que era sorprendido era casado.
Se puede decir que uno de los objetivos por los cuales las
personas se unen en matrimonio es porque desean formar una familia. Hablemos de
la familia en el Alto Imperio.
Lo primero que tenemos que decir que una familia en Roma
estaba constituida por padre, madre, hijos y esclavos en caso de que la familia
los tuviese.
El padre de familia, el Pater Familias, tenia a su cuidado
a todos los integrantes de su familia. Todos sus familiares estaban sometidos a
su voluntad. Sometido es estar bajo la dominación, en este caso de una persona.
El pater familias era el hombre de mas edad de la familia, era el jefe de
familia. Este ejercía un poder sobre su familia llamado Patria Potestas, la
patria potestad. La patria potestad es el deber que tienen los padres de cuidar
y velar por la seguridad y bienestar de sus hijos. En Roma la patria potestas
era un poder tan amplio, que le daba el poder y el derecho al jefe de decidir
cosas tales como la muerte de sus hijos, su esposa o esclavos. Para cada
decisión que querían tomar los hijos o la mujer, el pater familias tenia que
dar su consentimiento. No importaba la edad de los hijos, si el pater familias
estaba vivo ejercía poder sobre los integrantes de su familia. Un hijo podía
volverse pater familia solamente si su pater familia fallece.
La distancia entre padre e hijos era enorme y
a éste debían dirigirse siempre como señor (domine).
Por otra parte, no había mayoría de edad
legal; simplemente el padre decidía cuando tratar a sus hijos de adultos.
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