Escrito de
historia
Parte
domiciliaria – entrega 26 de octubre
Abajo tienes un texto
tomado del libro escrito por Eginardo contando la vida de Carlomagno. Se
refiere al reparto de sus bienes luego de su muerte. Tu tarea consiste en
representar la forma en que estaba prevista la división de la fortuna de Carlomagno
entre sus herederos. Puedes hacer dibujos, formas geométricas, utilizar colores
diferentes, o hacer un esquema con
llaves y flechas, o algo parecido a lo que utilizamos cuando estudiamos la
crisis del siglo III. Si utilizas figuras, también deberás utilizar palabras
para que se sepa lo que representan.
Es muy importante empezar
por subrayar en el texto lo que te parece importante, y por supuesto, este
trabajo necesita primero un borrador, hecho con lápiz para poder borrar tantas
veces como sea necesario antes de tener la forma definitiva.
Nota: tal vez encontrarás palabras que no conozcas. Debes preguntar si alguien conoce su significado, o intentar con un diccionario.
Antes que nada, lee atentamente:
En nombre del Señor Dios
Todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ésta es la división y
repartición que el muy glorioso y muy piadoso señor Carlos, emperador augusto,
el año de la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo 811, 43º de su reinado en Francia, 36º de su reinado
en Italia y el año 11º del Imperio, con un designio prudente y piadoso y con la
gracia de Dios, ha decidido hacer de sus tesoros y del dinero que se encuentra
en esta fecha en su cámara.
Al proceder a la distribución ha querido no
solamente asegurar una repartición metódica y razonable de su fortuna en forma
de limosnas, siguiendo la tradición cristiana, sino también y sobre todo, hacer
conocer a sus herederos claramente y si ninguna ambigüedad lo que les tocará y
hacer entre ellos sin discusión ni disputa una repartición equitativa.
Conforme a esta intención
y a este designio, empieza por dividir por tres todas las cantidades y todos
los bienes muebles que, en forma de oro, plata, piedras preciosas u ornamentos
reales se hallan este día, como ya se ha dicho, en su cámara. Se ha reservado íntegramente un tercio; después ha dividido los otros dos tercios en
veintiuna partes, correspondientes a las veintiuna ciudades metropolitanas comprendidas, como se
sabe, en su reino; y ha decidido que
sus herederos y amigos deberán entregar estas partes a cada una de las
metrópolis en calidad de limosna y que cada uno de los arzobispos que
estará en aquel momento nombrado en el gobierno de las iglesias metropolitanas
deberá, después recibir su parte, repartirlo a su vez con sus dependientes de la
manera siguiente: un tercio para su iglesia, los otros dos tercios divididos
entre sus dependientes.
Los lotes atribuidos a
las veintiuna ciudades metropolitanas en esta repartición se han colocado separadamente
y se han sellado y depositado en un cofre con la indicación, en cada uno de
ellos del nombre de la ciudad a la que deberá
entregarse. Los nombres de las metrópolis que deberán recibir estas limosnas o dádivas
son: Roma, Rávena, Milán, Friuli, Grado, Colonia, Maguncia, Salzburgo,
Tréveris, Sens, Besançon, Lyon, Ruán, Reims, Arlés, Viena, Tarentaise, Embrun,
Burdeos, Tours, Bourges.
El tercio en reserva se ha decidido que se utilizaría
de la siguiente forma: a diferencia de los otros dos tercios, repartidos según
se ha explicado y guardados bajo sello, el tercer tercio, que comprende bienes
sobre los que ningún voto ha impedido la libre disposición a su poseedor, será
dedicado a sus necesidades cotidianas mientras viva o mientras considere que
los necesita.
Después de su muerte o de
su renuncia voluntaria a las cosas de este mundo, esta porción de sus bienes
será subdividida en cuatro:
un cuarto deberá aumentar
los veintiún lotes indicados anteriormente; otro cuarto deberá ser remitido a
sus hijos e hijas a los hijos e hijas de sus hijos para repartirlo entre ellos
de manera justa y razonable; el tercer cuarto, según la costumbre cristiana,
deberá ser distribuido entre los pobres; y por fin el cuarto cuarto, de la
misma forma se repartirá en limosnas en forma de socorro a los servicios de
ambos sexos del servicio del palacio.
A este último tercio de toda su fortuna, compuesto,
como los otros dos tercios, de oro y plata, ha decidido añadir todas las
vasijas y utensilios de cobre, de hierro o de otro metal, sus armas, sus vestiduras
y todos sus bienes muebles, preciosos o de uso corriente, como cortinas, cobertores,
alfombras o tapices, fieltros, pieles, arneses y todo lo que se encuentra hoy
en su cámara y en su vestidor, a fin de aumentar esta porción y permitir sus
limosnas a un mayor número de personas.
Por lo que se refiere a
los bienes de la capilla, es decir, del servicio eclesiástico, ha resuelto que
permanecerían intactos y no serán objeto de repartición alguna, tanto los que reunió y regaló él mismo, como los
que proceden de su herencia paterna,. Pero si se encuentran libros o vasos que
consta que él no los regaló, podrá comprarlos quienquiera, a condición de pagar
por ellos un precio justo. Asimismo, en cuanto a los libros que ha reunido en
gran número en su biblioteca en su justo precio y las cantidades recogidas de
estas ventas deberán repartirse entre los pobres.
Entre sus tesoros y
riquezas se sabe que se hallan todavía tres tablas de plata y una de oro de una
talla y peso considerables. Ha decidido y decretado que una de ellas, de forma cuadrangular, en la cual
está dibujado el plano de la ciudad de Constantinopla, será enviada, con las
otras dádivas previstas para ello, a Roma, para la basílica del bienaventurado
apóstol Pedro; que otra de forma circular, en la que se representa la ciudad de
Roma, será atribuida al obispado de Rávena; la tercera, la más hermosa y de más
peso de todas ellas, aquella en la que se dibuja en trazos finos y menudos un
mapa del mundo entero en forma de tres círculos concéntricos, y la tabla de
oro, designada como cuarta, deberá añadirse a las tres porciones que se ha
previsto repartir entre los herederos y beneficiarios de limosnas.
Estas decisiones y disposiciones se han tomado y
acordado en presencia de los obispos, abades y condes que han podido estar
presentes y a continuación damos sus nombres:
Obispos: Hildebaldo, Riculfo, Arno, Wolfar,
Bernoin, Laidrad, Juan, Teodulfo, Jessé, Heiton, Waltgaud.
Abades: Fridugis, Adalung, Angliberto, Irminon.
Condes: Walah, Megiher, Otulfo, Esteban, Unroc,
Burnus, Edo, Ercangarius, Geroldus, Bero, Hildigernus, Hroccolfus.
De cuántas hojas se podía hacer?
ResponderEliminarHola Ana Laura,
ResponderEliminarrecién llego a casa... En realidad tendría que caber en una sola hoja, pero cada uno verá la manera de representar la división de esa fortuna tan grande.
nos vemos mañana
ana