viernes, 31 de agosto de 2012

En 1º2 la clase la dio Graciela (14) (31 de agosto)


En la clase de hoy continuamos trabajando con la vivienda romana.  Recordamos entre todos que en Roma había dos clases de vivienda: la Domus y la Insulae.  Las Domus eran las viviendas de la aristocracia y de los grandes comerciantes. Estas eran de una sola planta sin ventanas al exterior y con un gran patio central al cual daban todas las habitaciones de la Domus. Pudimos ver algunas imágenes que reconstruían las distintas habitaciones de una Domus y  nos dimos cuenta de algunas  semejanzas  con el presente, por ejemplo en la cocina encontramos muchos utensilios que hasta el día de hoy usamos.
Luego pasamos a trabajar con las INSULAE, éstas eran viviendas mucho mas modestas de varios pisos. Consistía en un gran edificio que abarcaba toda una manzana con muchísimas habitaciones que se alquilaban a personas de bajos recursos. El nombre INSULAE proviene justamente de la palabra INSULA que significa manzana y cada habitación recibía el nombre de CENACULO.
Comenzamos viendo algunas características de las Insulae. En primer lugar hablamos de los materiales con los cuales estaban construidas. A diferencia de las Domus que se hacían con buenos materiales, las insulae se construían con materiales baratos: generalmente  eran armazones de madera rellenas de piedra pisada, y los pisos superiores solamente de madera.. Pudimos ver que la habitación que se alquilaba no tenía ni agua (las personas debían concurrir a las fuentes ubicadas en las calzadas) ni baño (hacían uso de los baños públicos),  de hecho era simplemente una habitación en la cual quienes la habitaban dormían y cocinaban en un mismo espacio. Intentamos compararlas con algún tipo de vivienda actual que nosotros conociéramos y vimos por ejemplo que no eran como los actuales edificios de apartamentos en tanto estos como mínimo poseen una cocina, un baño y un dormitorio, es así que Santiago nos dijo, con razón, que eran como las actuales Pensiones en donde se alquila solo la habitación.
Luego pasamos a ver como se distribuía el espacio dentro de ellas. A diferencia de las Domus, las Insulae no tenían, por lo general un patio central, de hecho todas las habitaciones tenían ventanas a la calle. Esto quizás a los efectos de aprovechar el espacio y hacer más habitaciones para alquilar. Por su parte la planta inferior de la Insulae estaba ocupada por un comercio, generalmente una taberna.
Vimos que éstas características en cuanto a la distribución del espacio y los materiales que se empleaban para su construcción  trajeron algunas consecuencias y vimos muy especialmente el tema de los incendios. Al no tener un espacio adecuado para cocinar, quienes vivían en ellas debían de hacerlo en forma muy precaria (no tenían un horno de ladrillos como si existía en las Domus) por lo tanto un incendio era cosa común, del mismo modo que iluminarse por la noche con una antorcha, una vela o una lámpara de aceite también era un peligro. Los continuos incendios llevaron a establecer algunas medidas paliativas como ser en  primer lugar limitar la altura de las Insulae (no más de 6 pisos) y en segundo lugar la creación de lo que hoy conocemos como el cuerpo de Bomberos con un sistema de rondas de vigilancia nocturnas.
Trabajamos también lo que significaban las Insulae desde el punto de vista de la economía. Vimos que éstas fueron un gran negocio inmobiliario  durante el Imperio. Para poder entender esto vimos que la población de Roma había aumentado muchísimo en muy corto tiempo. Por ejemplo  mencionamos que hacia finales del S II a.c. se calculaba que en Roma vivían 258.000 habitantes y que ya en el S I. a.c.  la población había ascendido a casi 1 millón de personas.  Este aumento de la población no se debió a nuevos nacimientos,  sino a que se produjo un gran traslado de personas que vivían en el campo hacia la ciudad de Roma, seguramente empujadas por las consecuencias económicas sobre sus tierras que las guerras produjeron. Este aumento de población sobre un espacio físico relativamente pequeño hizo que se comenzara a construir “hacia arriba” en forma de edificios, a mucha velocidad y con materiales baratos a los efectos de alquilar luego a precios muy caros y obtener de este modo buenas ganancias. En definitiva vimos que el aumento de la demanda de habitaciones llevó a un aumento en el costo de los alquileres. Los dueños de los terrenos y de las Insulae eran generalmente aristócratas o grandes comerciantes, muchos de ellos incluso senadores.




 Intentamos luego imaginarnos como sería en ambiente  en la ciudad de Roma, para lo cual trabajamos con esta imagen. Según los testimonios, era una ciudad definitivamente muy ruidosa. Es así que imaginamos el ruido  de los caballos trotando por las calzadas de piedra, el ruido de las carretas, los gritos de los vendedores ambulantes publicitando sus productos, el griterío de las personas transitando e incluso vimos algunos “peligros” como el del “agua va!” para los transeúntes desprevenidos, “peligro” este que también lo sufrió nuestro Montevideo Antiguo.
Luego de esto comenzamos a trabajar con el suministro de agua a la ciudad de Roma y comenzamos por los acueductos. Vimos en primer lugar que no fueron los romanos los primeros en usarlos, ya hacia el S. VIII a.c. los Asirios en Asia Menor ya habían construido uno. La originalidad de Roma fue hacer extensivo este sistema  no solo a una ciudad sino al Imperio todo, vimos que se construyeron acueductos en casi todas las ciudades del Imperio.

¿Cómo se construía un acueducto?. En primer lugar vimos que se comienza desviando el curso de un río a través de un canal hasta un lago construido artificialmente donde por sedimentación (cuando el agua queda en reposo las partículas sólidas que esta posee se separan, se dirigen y  asientan en el fondo) el agua se torna mas transparente. Desde este lago artificial salen lo que hoy denominamos caños que podían ser de cerámica, mampostería (piedra, bloque, etc) o plomo. Estos caños atravesaban grandes distancias y generalmente lo hacían bajo tierra pero cuando se llegaba por ejemplo a otro río o a una superficie que no se pudiera excavar se hacía necesario elevarlo sobre el terreno y para ello se realizaron construcciones como las que pudimos en clase y que subsisten hasta el día de hoy. Aquí les dejo la imagen que trabajamos en clase y que nos muestra en detalle como se construía un acueducto



Aquí tienen también una imagen aérea de un tramo del acueducto de Segovia (España) en perfecto estado de conservación!


Para estas construcciones  como el acueducto de Segovia que vimos, los romanos utilizaron lo que se conoce como técnica del arco de medio punto (como un semicírculo), esta técnica posibilitó usar menos cantidad de material y obtener más resistencia.    


Finalmente vimos que el agua  transportada a través de estos tubos subterráneos y aéreos llegaba a la ciudad y se depositaba en lo que los romanos llamaban “Castillo de agua” que era en realidad un gran depósito de agua y del cual salían 3 grandes tuberías con agua destinada para el uso público (fuentes y baños (letrinas), el uso privado (suministro de agua para las Domus y edificios de gobierno) y el uso de las termas.
                                                             



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