miércoles, 15 de agosto de 2012

La formación del Imperio Romano (3) (15 de agosto)

Hoy nos concentramos en ver cómo las continuas guerras de conquista, que habían tomado buena parte del siglo III aC y del siglo II aC habían afectado a la clase media rural romana.
Estuvimos hablando de que todos los soldados que pelearon en esas guerras eran ciudadanos romanos, porque en esa época era lo normal. No había soldados especializados, eran los ciudadanos que peleaban por su ciudad.
Nos representamos la situación de la familia de una soldado, que se ha ido a la guerra por largos años... y que no podía trabajar apropiadamente la porción de ager publicus que le habían concedido. Eso le pasaba a muchísimas familias. Los historiadores no han podido conocer muchos detalles, pero lo que se sabe es que durante la ausencia de sus beneficiarios, muchas tierras volvieron a concentrarse en pocas manos, formando nuevamente latifundios.
O sea que, de alguna manera, volvieron al punto de partida, antes de las leyes Licinias del siglo IV (año 467aC), cuando unas pocas personas muy ricas acaparaban la mayor parte del ager publicus romano.

La situación en Roma era cada vez peor, porque además de no tener tierras, todos esos antiguos campesinos tampoco podían conseguir trabajo ni en el campo ni en la ciudad porque había muchos esclavos traídos de los lugares conquistados que hacían los trabajos que ellos hubieran podido realizar: cultivar la tierra, realizar artesanías, etc.

En la clase vimos entonces cómo un tribuno de la plebe, TIBERIO GRACO, intentó volver a imponer las leyes Licinias, en particular la que tenía que ver con el reparto del ager publicus en porciones moderadas. En ese momento le llamaron LEY AGRARIA.
Tibero Graco era nieto de Escipion Africano, y había participado en la tercera Guerra Púnica. Como tribuno sentía que debía favorecer a la plebe, por eso propuso esa ley.
El historiador Plutarco (que vivió más de un siglo después de estos acontecimientos) cuenta que Tiberio Graco defendió su ley pronunciando este discurso:



“Hasta las fieras de la selva tienen un cubil y cavernas donde poder guarecerse; en cambio los hombres que combaten y mueren por Italia no poseen nada fuera del aire y la luz. Privados de techo, van vagabundeando con sus mujeres y sus hijos. Los generales engañan a sus soldados cuando en los campos de batalla, les invitan a combatir para defender de los enemigos sus tumbas  y sus dioses; mienten, porque la mayoría de los romanos no tiene ni altar paterno ni tumbas de sus antepasados. Sólo tienen el nombre de dueños del mundo, pero deben morir por el lujo de los otros sin poder llamar suyo un pedazo de tierra”  (Plutarco, Graco  IX).


Sin embargo, cuando estaban por votarla, hubo un tumulto y fue asesinado, junto con muchas personas más. Algunos argumentaban que deseaba ser re-electo, cosa que no estaba prevista en esa época. Eso sucedió, como anotamos en la ficha, en el año 133 aC.



Diez años más tarde, su hermano CAYO GRACO intentó retomar la obra de su hermano. Propuso, además de una LEY AGRARIA, una ley VIARIA (construcción de caminos, que darían empleo a muchas personas), una ley FRUMENTARIA (reparto de trigo a los más necesitados, para que no pasaran hambre), y también una ley que daba la ciudadanía romana a todos los habitantes de Italia.
Los ánimos, al igual que en el caso de su hermano estaban divididos. Muchos lo apoyaban, pero otros sentían que sus intereses políticos y económicos serían lesionados (tendrían, por ejemplo, menos riqueza), así que finalmente lograron acabar con su vida como lo habían hecho once años antes con la de su hermano Tiberio.

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