La tarea de Florencia

Florencia envió un precioso trabajo, siguiendo las pautas para la realización del trabajo complementario.
Lo compartimos con todos, y felicitamos a Florencia que mereció un 12 en ese trabajo.

En el día de ayer, estaba caminando alrededor del Palacio Legislativo y me encontré con dos griegos que venían de la Polis, ellos hablaban y entendían el español, entonces pudimos contarnos cosas sobre nuestros países, ciudades y las formas de gobierno.

Estaban asombrados por el edificio, porque se parecía mucho a su Partenón. Entonces les conté que era nuestro Palacio Legislativo que es donde se hacen las leyes de nuestro país.

Luego seguimos conversando, y les conté que vivimos en un país que se llama Uruguay, tiene 19 departamentos y muchas ciudades, entonces ellos se sorprendieron porque en Grecia, en su época, no hay departamentos y tienen una ciudad.

Después les dije que a nuestros gobernantes los elige el pueblo, todos los mayores de 18 años. En esas elecciones se elige un presidente, un vicepresidente, senadores y diputados. Ellos me dijeron que en su país no podían votar ni las mujeres ni los eslavos, y que su gobierno tenía un rey, un consejo y una asamblea. La autoridad máxima en Grecia era el consejo, eran los que mandaban y el rey tenía funciones religiosas.

Quedé muy sorprendida porque ellos tenían esclavos, mientras que nosotros somos todas personas libres, también me sorprendió al saber que las mujeres no podían votar.

Me contaron que los más importantes en su país eran los aristoi, grupo dominante, poseedor de las mejores tierras en los valles y dueño del poder político, tenían propiedades de 80 a 100 hectáreas. Les dije que en Uruguay no hay aristoi pero si hay personas que tienen muchas tierras y llegan a 40.000 hectáreas. Y entonces ellos fueron los que se sorprendieron.

Tenían a los periecos que eran agricultores mucho más pobres que los aristoi. Muchas veces el producto de sus tierras no les alcanzaba para vivir. Les dije que acá también hay agricultores pobres como los periecos.

Otra cosa que me asombró fue verlos vestidos con togas blancas  y ellos se sorprendieron al verme a mí con pantalones, zapatos, camisa y tantos colores.