lunes, 29 de abril de 2013

En 1º4 la clase la dio Carlos (29 de abril)


Nuestra clase del lunes 29, estuvo dedicada a la colonización griega, es decir a la expansión del antiguo mundo griego que se dio  a partir del siglo VIII a. C. (No olvides que a. C. significa “antes de Cristo”) Esa expansión se hizo muy intensa en los siglos VII y VI a. C. Lo cierto es que se fundaron muchas colonias a lo largo y ancho de las costas del Mar Mediterráneo y del Mar Negro que pudimos ver en el mapa. Nos causó admiración ver como la Grecia original, tan pequeña, llegó a expandirse tanto. Ese sigue siendo un hecho admirable de la historia de los antiguos griegos que continúa apasionando a los historiadores.

Ya conocíamos, de la clase anterior, las causas de esa expansión: la situación de crisis de las polis griegas que no soportaban el aumento natural de la población debido a lo pequeño de sus territorios y a la desigual distribución de  las tierras. Eso complicó enormemente la convivencia entre los habitantes de las polis. Pues bien, ante esa grave situación, una respuesta fue la de emigrar hacia otras regiones, en busca de nuevos lugares donde establecerse.

Cuando un grupo de personas decidía emigrar hacia otro lugar, se reunía en torno a un jefe que organizaba la expedición, reunía los recursos, obtenía los barcos y dirigía las ceremonias religiosas. No olvides que tanto la partida como la llegada a un nuevo lugar eran actos religiosos. Al llegar a un lugar apropiado para establecerse, era el jefe quien marcaba los límites de la nueva polis, distribuía las tierras y realizaba las ofrendas y sacrificios a los dioses. Es por eso que el jefe era considerado como el fundador de la ciudad y y tras su muerte se lo honraba como a un héroe o un hijo de los dioses y se tejían muchas leyendas en torno a él.

Luego vimos que las colonias eran verdaderas polis independientes y no eran gobernadas por sus metrópolis. En cambio sí mantenían vínculos religiosos, de amistad y comerciales. Con respecto a esto último, vimos como las colonias aportaban alimentos (como ser cereales) a sus metrópolis y de esa manera ayudaban a mejorar la situación de los habitantes.

En fin, es muy importante que recordemos que la colonización griega fue una respuesta apropiada y una salida a crisis que vivían las polis. Sirvió para mejorar la calidad de vida de las personas que decidían emigrar, pues pudieron obtener nuevas tierras donde vivir, cultivar y alimentar a sus familias. Otros pudieron dedicarse a fabricar artesanías o a comerciar. Pero también hay que recordar que mejoraron las condiciones de vida de quienes se quedaban en la metrópolis, porque con la partida de muchos, se aliviaba la superpoblación y además se recibían alimentos desde las colonias. Por lo tanto, podemos decir que la colonización, fue una solución efectiva que, de una forma o de otra, benefició a la mayoría de las personas. En próximas clases, ya veremos otras soluciones a las crisis de las polis. Hasta el viernes.

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