Nuestra
clase del lunes 29, estuvo dedicada a la colonización griega, es decir a
la expansión del antiguo mundo griego que se dio a partir del siglo VIII a. C. (No olvides que a. C. significa
“antes de Cristo”) Esa expansión se hizo muy intensa en los siglos VII y VI
a. C. Lo cierto es que se fundaron muchas colonias a lo largo y ancho de las
costas del Mar Mediterráneo y del Mar Negro que pudimos ver en el
mapa. Nos causó admiración ver como la Grecia original, tan pequeña, llegó a
expandirse tanto. Ese sigue siendo un hecho admirable de la historia de los
antiguos griegos que continúa apasionando a los historiadores.
Ya
conocíamos, de la clase anterior, las causas de esa expansión: la situación de
crisis de las polis griegas que no soportaban el aumento natural de la
población debido a lo pequeño de sus territorios y a la desigual distribución
de las tierras. Eso complicó enormemente
la convivencia entre los habitantes de las polis. Pues bien, ante esa grave
situación, una respuesta fue la de emigrar hacia otras regiones, en busca de
nuevos lugares donde establecerse.
Cuando
un grupo de personas decidía emigrar hacia otro lugar, se reunía en torno a un
jefe que organizaba la expedición, reunía los recursos, obtenía los barcos y
dirigía las ceremonias religiosas. No olvides que tanto la partida como la
llegada a un nuevo lugar eran actos religiosos. Al llegar a un lugar
apropiado para establecerse, era el jefe quien marcaba los límites de la nueva
polis, distribuía las tierras y realizaba las ofrendas y sacrificios a los
dioses. Es por eso que el jefe era considerado como el fundador de la ciudad y
y tras su muerte se lo honraba como a un héroe o un hijo de los dioses y
se tejían muchas leyendas en torno a él.
Luego
vimos que las colonias eran verdaderas polis independientes y no eran
gobernadas por sus metrópolis. En cambio sí mantenían vínculos religiosos,
de amistad y comerciales. Con respecto a esto último, vimos como las colonias
aportaban alimentos (como ser cereales) a sus metrópolis y de esa manera
ayudaban a mejorar la situación de los habitantes.
En
fin, es muy importante que recordemos que la colonización griega fue una
respuesta apropiada y una salida a crisis que vivían las polis. Sirvió para
mejorar la calidad de vida de las personas que decidían emigrar, pues pudieron
obtener nuevas tierras donde vivir, cultivar y alimentar a sus familias. Otros
pudieron dedicarse a fabricar artesanías o a comerciar. Pero también hay que
recordar que mejoraron las condiciones de vida de quienes se quedaban en la
metrópolis, porque con la partida de muchos, se aliviaba la superpoblación y
además se recibían alimentos desde las colonias. Por lo tanto, podemos decir
que la colonización, fue una solución efectiva que, de una forma o de
otra, benefició a la mayoría de las personas. En próximas clases, ya veremos
otras soluciones a las crisis de las polis. Hasta el viernes.
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