viernes, 22 de junio de 2012

En 1º4 la clase la dio Bruno (10) (22 de junio)


En la clase de hoy hablamos de las conquistas de Alejandro y de su personalidad.
            En primer lugar pintamos los lugares conquistados, un imperio extensísimo, el más grande conocido en la Antigüedad. Sus contemporáneos nunca habían visto un imperio semejante. Además despertó la atracción de muchísimos autores que vivieron después de su muerte, tanto los griegos, como los romanos soñaban con revivir las conquistas del Rey de Macedonio.


           


            Sus aspiraciones de conquista están relacionadas con la educación que recibió desde muy pequeño con sus padres. Filipo se consideraba descendiente del propio Zeus, mientras que Olimpia, su madre, parecía pertenecer a la familia de Aquiles. Estas dos ideas repercutieron mucho en Alejandro, que se consideraba designado por los dioses para llevar adelante su obra.
            Además a lo largo de su vida, muchas experiencias parecieron indicarle su procedencia divina. Su madre se creía embarazada por obra de Zeus. El oráculo de Delfos, cuando Alejandro fue a consultarle sobre sus planes, le dijo que era invencible. Llegado a Anatolia, una leyenda local contaba que aquél que pudiera desatar un nudo que allí había, el nudo gordiano, sería el dueño de la región, Alejandro ni bien llegó lo cortó con su espada dando muestras de fuerza.
            La experiencia más notable en este sentido fue la llegada a Egipto. Cuando las tropas llegaron a esos territorios, los egipcios los recibieron como los libertadores del dominio persa, por lo que no opusieron ninguna resistencia. Alejandro fundó Alejandría, una de las ciudades más importantes de toda la Antigüedad y una de las más bellas. Además visitó el oráculo de Siwah, que cumplía una función similar al Oráculo de Delfos. En ese Oráculo lo designaron como hijo de Amón, rasgo distintivo de todos los faraones.


            Además Alejandro fue educado de forma griega, por uno de los filósofos más importantes, Aristóteles. Era fanático de La Ilíada, y según dicen, la sabía de memoria. Su gran objetivo era asimilarse lo más posible a Aquiles que era su gran referente.

            Con respecto a las estrategias aplicadas, Alejandro mostró toda su astucia. En algunos lugares arrasó las ciudades con su poderío militar, como en el caso de la ciudad de Tiro, que fue sitiada por 7 meses y luego fue arrasada. Con otras ciudades fue más compasivo como con Atenas o las ciudades de Egipto.
            En muchos casos acudió a casarse con mujeres de la nobleza persa. De esa manera se relacionaba con las figuras más importantes de la administración del Imperio asiático. Esto hacía que Alejandro fuera visto como un sucesor de Darío (Rey persa) en lugar de verse como un conquistador. Sin embargo que se casara con mujeres persas, no cayó bien entre las tropas macedonias.
            Alejandro quedó fascinado con Oriente. Además de los casamientos, comenzó a adoptar costumbres orientales como los atuendos y los ceremoniales. Su plan luego de conquistar la India era establecer la capital de su imperio en Babilonia, una ciudad que despertaba mucha admiración en Alejandro.
           
            Algunos de sus generales, luego de la muerte del Rey, se dedicaron a escribir las increíbles experiencias que pasaron durante la conquista. Allí narraban que una de las características de Alejandro era su valentía y su audacia. Los relatos cuenta que era el primer en entrar en la batalla y el último en abandonar el campo. El Rey luchaba en su caballo, Bucéfalo, que era de color blanco, y llevaba una capa roja, es decir que era fácilmente divisable por los rivales.




            Otras voces muestran a un Alejandro mucho más negativo. Tenía fama de mujeriego, que gustaba de los banquetes y la bebida como su padre, que tenía un muy mal carácter. A esto se suman algunas visiones actuales sobre la homosexualidad del Rey: dijimos, en este sentido, que los autores antiguos no hacen referencia a esto, por lo que podemos pensar que era una práctica para nada llamativa para ellos, como lo es para nosotros.

Cerramos la clase con la lectura de este texto y algunas oraciones:


Intentar descubrir la personalidad de Alejandro es uno de los mayores retos a que se han enfrentado los historiadores antiguos y modernos. Su figura aparece desde el principio magnificada o distorsionada por los excesos de la propaganda y la leyenda. (…) A partir de los relatos conservados emerge una personalidad compleja, difícil de explicar a través de un solo rango dominante F. J. Gómez Espelosín. “Historia de Grecia Antigua”.

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