Los mesenios amenazaban continuamente con rebelarse, con sublevarse y tratar de echar a los espartanos de sus tierras. Para los espartanos eso no tenía que pasar, así que trataron de tener la mejor defensa militar posible, y así se transformaron en una polis que prácticamente vivía para su ejército.
Los niños varones empezaban su educación militar a los 7 años, en que dejaban la casa de sus padres para ir a vivir a un campamento con otros niños de su edad. Allí aprendían a obedecer las órdenes, y a resistir el frío, el cansancio, el hambre... Además hacían muchísimo ejercicio para estar mejor preparados que nadie para luchar en batallas y guerras. Formaban parte del ejército durante toda su vida adulta.
Todos los Espartanos, es decir todos los nobles de Esparta eran obligatoriamente soldados. El Estado se encargaba de su educación. Pasaban la mayor parte del tiempo fuera de su casa. Cuando se casaban y tenían hijos también estaban mucho tiempo entrenándose para la lucha fuera de su casa.
Las niñas también eran educadas para fortalecer su cuerpo de manera que les permitiera tener bebés sanos y fuertes. Para eso ellas también hacían mucha gimnasia y tenían un entrenamiento especial para el embarazo y el parto, y también para la crianza de los niños y el manejo de la casa ya que sus esposos estaban casi siempre fuera.
Esta imagen representa un soldado espartano del siglo VI aC.
Observen el escudo. La letra que tiene es el equivalente de la L para nosotros.
En griego se llama lambda, y es la letra con la que empieza el nombre de la región donde estaba Esparta: Lacedemonia o Laconia.
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