En la clase de hoy estuvimos viendo
quienes eran los persas, estos últimos habían sido derrotados por los
griegos en las guerras médicas.
Vimos que se ubicaban en la meseta de Irán
y llegaron a tener una gran extensión territorial. Vean este mapa:
También comentamos que se
encontraban bajo el mando de un rey que en algunas épocas se consideró de origen divino y además era hereditario como la mayoría de los monarcas que hemos visto en el curso. Los persas le llamaban GRAN REY.
Destacamos al rey Darío
quien dividió a todo el territorio persa
en 23 satrapías (o sea partes de su territorio, como los departamentos o las provincias en los países modernos) las cuales se
encontraban bajo el mando del sátrapa (o sea un gobernador) quien se encargaba de fijar los impuestos, cobrarlos, reclutar personas para el
ejército, mantener los caminos, etc. También contaba con el apoyo de del jefe
del ejercito. Luego de cobrar los impuestos el sátrapa debía encargarse de
entregárselos al rey. Este último contaba con secretarios conocidos como “los
ojos y oídos del rey” quienes se encargaban de controlar a los sátrapas. Estos
llegaban a las satrapías observaban de
forma secreta como se desarrollaba la
vida allí, y luego debían informarle al rey, cuyo único interés era el
reclutamiento de impuestos. Es decir que el sátrapa tenía la mayor de las
libertades para gobernar. A diferencia de
las polis griegas las satrapías no eran independientes.
En relación a la sociedad vimos que tanto
los sacerdotes, guerreros, empleados del
rey eran privilegiados en muchos aspectos, pero los campesinos artesanos, pequeños comerciantes, no se encontraban en la misma
situación, debían trabajar mucho más, pagar impuestos, etc. También había muchísimos esclavos.
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