Lo primero que recordamos fue que los castillos eran como pequeñas fortalezas, que se volvieron más necesarios cuando vinieron los invasores del siglo IX y X, que atacaban con mucha violencia en puntos concretos. El castillo resultaba entonces la defensa más apropiada para ese tipo de invasiones.
Vamos a ver alguna imágenes de esos castillos. A diferencia de lo que sucede con las casas de los campesinos, que eran frágiles y por lo tanto no quedan restos, muchos castillos todavía se pueden visitar.
Ahora vean estos dibujos, que muestran las distintas partes de un castillo:
Luego estuvimos hablando de cómo era la vida en el castillo. Era diferente a la de las casas de los campesinos. Había, por ejemplo, muchas habitaciones diferentes: una para estar, comer, divertirse, había dormitorios, había habitaciones para la servidumbre, como los cocineros y otras personas que atendían a los nobles en el castillo.
También dijimos que había muchos más muebles: había mesas y más sillas, había sillones, roperos, camas, todo lo que no había en las casas de los campesinos.
Vean estas imágenes y traten de imaginarse la vida en aquella época:
En la próxima clase hablaremos de cómo renacieron las ciudades, gracias al aumento de población y la relativa paz que reinaba en Europa en esa época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario